Sobre mí

Mi trabajo nace de una capacidad natural —e inusual— para detectar estructuras, patrones, conexiones e incoherencias en contextos altamente complejos. Una forma de pensamiento que se enmarca dentro de las altas capacidades intelectuales excepcionales, lo que me ha permitido aprender con facilidad y profundidad disciplinas que, a primera vista, parecen divergentes: sociología, psicología, filosofía, física y derecho.

Gracias a ello, colaboro con abogados en la elaboración de documentos donde se necesita lógica, precisión y visión global, especialmente en casos complejos con abundancia de pruebas y actuaciones procesales. En esos escenarios, escribir un texto claro y estructurado se convierte en una auténtica obra de ingeniería documental, un trabajo que requiere tiempo, detalle y cuidado del que no siempre se dispone.

Mi aportación potencia el trabajo de los profesionales: aporto claridad, estructura y análisis profundo, ayudando a vislumbrar oportunidades estratégicas en la defensa y optimizando el uso del material probatorio.

Cuando me enfrento a un caso, es como si mi mente encendiera un motor a máxima potencia: lo que para otros es abrumador o tedioso, para mí es un desafío que me inspira. Hago lo que mejor sé hacer, y lo disfruto.